martes, 19 de marzo de 2013

Y si el valle fuera comuna?

una pregunta que libera una serie de nuevas preguntas tanto de índole administrativo, económico,  territorial, etc.

Sin duda esta pregunta  que puede tener muchas variables como respuestas, pero en la que existen temas que no se pueden dejar de lado sin conocer la realidad de uno de los últimos valles transversales de la región de Coquimbo (mirando de norte a sur).

Quizás la consideración mas oportuna y seria sobre la autonomía tiene que ver con aspectos físicos,  geográficos y morfológicos y que son los que dan vida a un valle y a una lógica que ha acompañado a cada uno de las localidades y  sectores que componen esta pequeña micro-cuenca, digo pequeña por que no nace en la cordillera y por ello muchas y cada una de las acciones en términos de cambios de hábitos de agricultura o desarrollo económico repercuten en la vida de cada uno de los habitantes del Valle, a ello debemos sumar los continuos procesos de sequías que hacen aun mas frágil el equilibrio acuífero y que podría desencadenar futuros conflictos.

De ahí que el tema de manifestarse como una comuna no es mas que el reflejo de lo que podríamos llamar sistema o cuenca y que es mas acorde a un modo de coordinación territorial, a la elaboración de respuestas solidas y que propendan a un desarrollo armónico sobre la base de que somos parte de un todo y de la cual podemos hacernos cargo, podemos congregar recursos, trabajar en un plan maestro de cuenca, y en definitiva administrar y ordenar nuestro territorio sobre un esquema consensuado siempre fomentando el equilibrio y la armonía de un valle hermoso y a la vez muy frágil.

Son solo interrogantes que nacen sobre la base de un territorio, que busca un sentido, una imagen y que para ello hay que reconocer en primer lugar sus pequeñas lógicas.

El agua nuestro escaso recurso y quizás nuestro motor
Cuando vemos valles hermanos como el de Pupío que fue entregado a la lógica de la depredación y con ello el futuro colapso y contaminación de toda una cuenca, aun más vemos la necesidad de actuar como un todo, como un ente organizado que entiende un territorio, y que las acciones que hagamos en ella van a repercutir en toda la cuenca.
Es tiempo de pensar, es tiempo de ordenar y de imaginar el futuro de nuestro Valle, para estar preparados frente a amenazas que pueden venir de diferentes ámbitos, ya sea minero, agrícola, etc.

Es tiempo de desarrollar el Valle de Quilimarí como un concepto, como una imagen integral!!!!