Ruben Darío

BUENO AMIGOS ESTA SI QUE ES UNA HISTORIA QUE NO PUEDE SER CONTADA EN UNA SIMPLE PAGINA, PERO LES PROMETO QUE AL FINAL DE TODO LES TERMINARE CONTANDO AQUELLA HISTORIA, HE RECABADO INFORMACION Y OTRA PARTE LE HE PUESTO DE MI COSECHA.
EN FIN EL PROXIMO ARTICULO VENDRA LA PRIMERA PARTE DE ESTA ESPECTACULAR HISTORIA.
Antes de.
No se cuando, como, ni en qué momento de mi vida comencé a pensar en lo que significaba tener un personaje esculpido en piedra en la plaza del pueblo, creo debe haber sido a eso de unos cinco  años que apareció la duda:

¿Quien era ese ilustre personaje que adornaba la plaza?
Rubén Darío?

Mas a mi parecer solo debía de ser un personaje tan importante como los que existen en cualquier plaza de Chile, aun así algo extraño existía en todo esto, y era que este personaje no correspondía a los que normalmente uno está a acostumbrado a ver. En fin solo era eso y lo importante de todo, era que teníamos personaje, mas tarde entendería que las razones que llevan a que en nuestra plaza estuviera adornada por este poeta seria  un cuento surreal.

Historia borrada, historia contada...

Guangualí, desde sus comienzos tiene un carácter completamente rural, su principal fuente de ingresos es el cultivo en grandes extensiones de tierra de secano por lo que la cosecha estaba a disposición de lo que el clima y la madre tierra dijeran para que su gente pudiera tener con que comercializar y alimentarse.
Mucha gente trabajando en  los cerros eran parte de este centro de cultivos, el poblado en si una suerte de calle que estaba completamente construida  en adobe, y hasta construcciones de dos pisos, pero como  en chile todo  cambia debido a nuestra posición geográfica, situada sobre las placas que están en constante desplazamiento y provocando temblores y terremotos que acaban con la historia y sus construcciones llevándose también parte de nuestra cultura, nuestra historia. Pero es así...somos frágiles somos entes en constante movimiento.

Terremoto del 60
No fue más que una muestra de lo colosal que puede ser uno de estos fenómenos naturales que acaban con nuestra identidad al menos en lo que se refiere a construcción, pero es así, vivimos en un país en continuo movimiento y Guanguali no queda atrás en esto.
Tras el trágico suceso del terremoto donde queda sepultado todo Guangualí bajo escombros de adobes, que por suerte no trajo víctimas, pero no quedo nada a excepción de una casa de dos pisos correspondiente a la familia Adasme, fuera de eso; iglesia, casas escuela y todo cuanto había en el pueblo estaba destruido o en proceso de destrucción, desde este episodio se comienza a trabajar en una nueva tipología de casa con materiales modernos y que dejaban atrás esa suerte de campo al que estamos acostumbrados a ver, fue el renacimiento y el inicio de esta historia, no quiero profundizar en el relato del terremoto, ya que no cuento con muchos antecedentes y no es el fin de la historia, solo es el comienzo......

Reconstrucción de sueños

Como todo lo caído se vuelve a levantar, como todo lo que muere vuelve a renacer, de la misma manera se comienzan a generar los ánimos de levantar este hermoso pueblo ahora en ruinas, pero nada iba a acabar con el ánimo de las personas que han hecho patria en este recóndito espacio del campo chileno.
Es así, nada mas como ante la adversidad la organización es la clave para salir adelante, se reúnen los pobladores, se levantan nuevas casas con una nueva tipología, con una conformación de materiales antisísmicos y modernos, pero faltaba algo. Si todo había caído era la hora de refundar el pueblo y algo le faltaba, algo que le diera magnificencia y pareciera más que un simple pueblito......una plaza eso era lo que estaba faltando, y contando con  el antiguo lugar que era donde se cultivaban todas las siembras de los alrededores del pueblo, solo habría que reconocerlo como un centro cívico y ante la comunidad así sería...
Una plaza...un sueño
Y así comenzaron los arreglos para hacer de esta plaza algo bello, entretenido y que enorgulleciera a los Guangualinos de su estandarte. Este sería el comienzo de la irrefutable historia de campo. Seguía faltando algo y claro como no saberlo, cada plaza en todo lugar de Chile debe tener un personaje plasmado en piedra, hierro, bronce, etc. Puede ser de cualquier material pero es la inmortalización y el reconocimiento a próceres, poetas guerreros, presidentes, etc.
¿Quién podría ser el personaje que adornara esta plaza?
Solo alguien con un poco mas de conocimiento podría proponer algún nombre, entre ellos se barajaron poetas como Neruda, Mistral, Soldados y Presidentes: O’Higgins, Prat, etc., hasta que alguien de ultratumba dice un nombre tan desconocido como:
“Santiago Bueras”
Ante la propuesta y nadie para quedar de ignorante no pregunta, solo alguien con menos vergüenza hace la pregunta:
¿y quién es él?
Santiago Bueras, amigo mío es la clave de la independencia y un verdadero hombre de la zona, era un luchador por la patria y aguerrido hombre de batalla.
Un silencio y sin más decir se aprueba la moción de incorporar a esta plaza el monumento y homenaje a este prócer de la patria, pero aunque muchos de ustedes se preguntaran quien es realmente este soldado....bueno indagando e indagando he encontrado esto:


Santiago Bueras nació en Petorca en 1769, hijo de Francisco Bueras, hacendado de la zona, y de Josefa Avaria. La condición de hacendado de su padre marcó inicialmente su destino: en una primera etapa de su vida se dedicó a las labores propias del campo. Sin embargo, los acontecimientos que se sucedieron a partir de 1810 lo cambiaron radicalmente. Se incorporó al ejército y participó en la Guerra de Independencia.

Casado con Dolores Araya, con quien tuvo dos hijas, Trinidad y Teresa, Santiago Bueras murió en la Batalla de Maipú, el 5 de abril de 1818.
El soldado
Santiago Bueras adhirió casi inmediatamente a la causa revolucionaria y se enlistó, con el grado de subteniente, en el Batallón de Granaderos. Reclutó a muchos de sus miembros entre los campesinos de Los Andes, Putaendo, San Felipe, Quillota, y otras localidades cercanas.
Antes de que se iniciara la guerra, se destacó por su participación en las acciones militares que tuvieron como finalidad sofocar el intento de golpe contrarrevolucionario encabezado por el coronel Tomás de Figueroa. Posteriormente, sobresalió junto a sus granaderos en el Combate de Yerbas Buenas, acción que le valió ser ascendido al grado de teniente coronel.
Tras la victoria realista en Rancagua, se refugió en Mendoza, pero ello no implicó que se desentendiera de sus obligaciones militares. Muy por el contrario, aceptó el encargo que le hiciera el general San Martín de viajar en secreto a Chile y organizar una guerrilla en Aconcagua (1816). Bueras fue descubierto y hecho prisionero, siendo liberado luego de la victoria de Chacabuco.
La Batalla de Maipú
En 1818 zarpó desde el Perú una expedición realista al mando del general Mariano Osorio, la que derrotó a las fuerzas revolucionarias en lo que se ha conocido como la Sorpresa de Cancha Rayada, el 19 de marzo de 1818. Bueras se encontraba en este campo de combate y contribuyó a asegurar la retirada de los patriotas.
Según dice la tradición, en sus constantes cargas a caballo, el militar llegó a quebrar su sable y desde ese momento -y en prevención de que ello volviese a suceder- empezó a utilizar dos.
Su valor era conocido, pero la prueba máxima la dio en la Batalla de Maipú. Allí se encontraba formando parte de los Cazadores a Caballo, comandados por Ramón Freire. En una de las tantas cargas que protagonizó y lideró en contra de las fuerzas de Osorio, fue alcanzado por una bala enemiga, que lo llevó a la muerte ese mismo día. Sus restos fueron enterrados en la Catedral de Santiago, con todos los honores militares correspondientes a su rango.

Teniente Coronel Santiago Bueras y Avaria

Ese 8 de mayo de 1786, cuando el cura Gabriel de Quesada hechó los óleos a la criatura, jamás pensó don Francisco Bueras de la Maza que este hijo se transformaría en un caudillo de la Independencia del país y que, más aún, daría la vida por la libertad de su Patria. El muchacho, nacido el día anterior, recibió, como era costumbre en la época, cuatro nombres: José, Santiago, María, Estanislao; mas, siempre se le conoció solamente como Santiago Bueras, aunque más tarde su apodo de "El Hércules Chileno" recorriera todo Chile, alternándose con el de "El Huaso Bueras", o como le motejaron los realistas que debieron enfrentársele: El Comandante de los dos sables.

A los doce años fue matriculado en el Real Colegio Seminario del Santo Angel de la Guarda, uno de los establecimientos de enseñanza más antiguos de América, que a la sazón funcionaba en la calle Catedral, entre las actuales Amunátegui y San Martín, las que en ese entonces, recibían los pintorescos nombres de calle del Peumo y de las Cenizas respectivamente. Cuatro años permaneció estudiando latín, retórica, gramática, filosofía y teología, para ingresar en 1802 a la Real Universidad de San Felipe.

El joven permaneció sólo un año en aquellas aulas, ya que debió regresar a su tierra de Aconcagua, para hacerse cargo de la inmensa hacienda de su padre. El 18 de septiembre de 1810 en que viajó por negocios a la capital, presenció el fausto acontecimiento del Cabildo que se celebró para buscar una forma de autogobierno, en tanto durara la prisión de Fernando VII. Este hecho caló muy hondo en el joven campesino, pero su avanzada inteligencia fue mucho más allá que la de sus contemporáneos y se planteó de inmediato la pregunta: ¿por qué no una libertad completa y una Patria soberana?. Su padre, formado en el vasallaje de la monarquía, no alcanzó a comprender sus ideas. Su madre, doña Josefa Avaria, no sólo le entendió, sino además le apoyó en su afán de ingresar a las filas del primer Regimiento que la nueva Junta de Gobierno creara: el GRANADEROS DE CHILE. Así fue como el 2 de diciembre de 1810, junto con abrirse las puertas de la flamante unidad, Santiago Bueras fue uno de los primeros enrolados en el grado de Teniente, en consideración a su cultura y educación.

Tras el arribo del Brigadier español Antonio Pareja a las costas de Concepción y la fácil toma de la ciudad de Chillán, el improvisado Ejército patriota marchó al sur al mando de José Miguel Carrera, como Comandante en Jefe, para establecerse cerca de Talca en espera de concentrar todas las fuerzas. Una incursión al sur del río Maule, que dirigía el Coronel Puga para deshacer las vanguardias realistas, en las que Bueras iba a cargo de doscientos granaderos, cayó a causa de la oscuridad, en medio del grueso del ejército monarquista, creyendo que se trataba sólo de un destacamento. En tan difíciles circunstancias Bueras se batió con singular bravura.

Bueras continuó participando en todas las campañas de la Patria Vieja, como integrante del grueso del Ejército o combatiendo en golpes de mano a las avanzadas exploradoras de los realistas, que se empeñaban en arrear el ganado de la zona para privar de alimentos al Ejército patriota y abastecer el suyo.

La Patria Vieja murió en Rancagua y los oficiales patriotas emigraron a Mendoza con una multitud de civiles que huyeron de las represalias realistas. Desde el otro lado de los Andes, en el campamento de El Plumerillo, San Martín despachó a Chile agentes que, junto con transmitir información sobre las fuerzas del Rey, se preocuparon de mantener permanentes guerrillas atacando cuarteles, haciendas de españoles connotados y personajes principales, para ir minando la seguridad y crear un permanente estado de alarma entre los que avasallaban Chile, a la espera de que el Ejército de los Andes cruzara el macizo cordillerano.

Durante toda la Reconquista, Bueras fue montonero en Aconcagua, en tanto Manuel Rodríguez movía los hilos de Santiago al Sur. Seguido por sus huasos que le adoraban, mantuvo la provincia en agitación mientras reunía armas y municiones en su casona de Curimón; allí guardaba fusiles, lanzas y pertrechos en un enorme subterráneo que hasta hace muy poco existía. Otros aconcaguinos, impresionados por su valentía y ardor libertario, quisieron emularle a instancias de San Martín; pero fueron descubiertos y los cadáveres de Salinas, Traslaviña y Hemández colgaron de la horca en la Plaza de Armas de la capital.

A Santiago Bueras nada pudo comprobársele, pero igual fue aprehendido y llevado a Valparaíso donde se le puso prisionero en la fragata Victoria en espera de ser conducido, junto a muchos otros, a la isla de Juan Fernández. Al conocerse el triunfo de Chacabuco, el comandante guerrillero amotinó a los cautivos y se apoderó de la nave. Dirigiéndose en botes a la playa, debieron lanzarse al agua para escabullirse de los tiros que les lanzaban del castillo de San José. Lograron alcanzar la arena a nado y se apoderaron rápidamente de la fortaleza, volviendo un cañón hacia los barcos en que los realistas querían huir. En esos momentos las deshechas fuerzas monarquistas eran inmensamente superiores a los partidarios de la Patria y habría bastado un solo hombre de la talla de Bueras para agruparlos y organizar una resistencia. Mas, la intrepidez de Bueras dio vuelta las circunstancias y el puerto de Valparaíso vio ondear en lo más alto la bandera de Chile.

Las acciones se sucedían con rapidez. Don Bernardo O'Higgins se encontraba en el sur tratando de eliminar el foco enemigo que se había hecho fuerte en Talcahuano. Entretanto, Santiago Bueras fue designado por el Gobierno para organizar el Batallón de INFANTES DE LA PATRIA, tarea a la que se abocó con su natural empuje, a tal extremo, que financió muchos de los gastos de su peculio personal. Pronto comenzó el repliegue del Ejército patriota hacia el norte, para reunirse con las tropas que se habían concentrado en Las Tablas, Casablanca. A fines de diciembre de 1817, Bueras fue incorporado al Estado Mayor del General en Jefe y participó en el Combate de Quechereguas, donde salvó la vida al Coronel Freire, que había sido aislado por los enemigos. Más tarde, vino el desastre de Cancha Rayada, acción en que el General O'Higgins fue seriamente herido en un brazo, y estuvo a punto de caer prisionero. Nuevamente Bueras, con ese arrojo e intrepidez que le caracterizaban, irrumpió en el cerco y salvó la vida del Director Supremo. En esta forma, el inmortal Huaso Bueras, que ahora llevaba dos sables "por siaca", ya que había quebrado uno en el fragor del combate, había librado a dos Presidentes de Chile de una muerte segura.

Realistas y patriotas, frente a frente en la Batalla de Maipo, se hallaban separados sólo por una hondonada. Iniciado el combate, el Coronel Ordóñez comenzó a presionar el ala izquierda de los que luchaban por la libertad y si ese flanco cedía, su derrota era segura. Es en ese momento culminante cuando se produjo la carga de caballería de Freire y Bueras, quienes conscientes de lo que se jugaba, pusieron su alma en el filo de los sables. Allí cayó mortalmente herido el Comandante Bueras. Había rendido la vida por la Patria, pero su sacrificio no había sido en vano: ese 5 de abril de 1818 se había conquistado para siempre la Independencia de Chile.
Bibliografía
CARLOS VALENZUELA SOLIS DE OVANDO : "Santiago Bueras: Huaso, Soldado, Héroe". San Felipe. Ediciones de la Ilustre Municipalidad de San Felipe. 1979.

Reconstruyendo la historia....
Bueno como se habrán dado cuenta lo único más cercano a que Santiago Bueras pudo haber estado de Guanguali, es solo su lugar de nacimiento que estaba situado en la provincia de Petorca, el lugar exacto no lo sé, se especulaban sitios como el infiernillo(localidad al interior del valle, también se especulaba sobre la provincia de Petorca, ya que esta zona correspondería a esta provincia), para los que no conocen el valle de Quilimari está situado muy cercano al de Petorca, otros lugareños fantaseaban con la idea de que Santiago Bueras era un Indio, pero esa hipótesis  está completamente descartada.
En fin algo tenía que ver este personaje en este lugar pero lo más importante era el convencimiento popular de que debía ser este el personaje que adornara la plaza central de Guanguali, y fue así como todo un pueblo se convulsiono en la futura reconstrucción de la plaza y de su estandarte SANTIAGO BUERAS, fueron duras jornadas de actividades para reunir los recursos que serian necesario, no faltaron rodeos , carreras a la chilena, bailes, ramadas, rifas, etc. Todo el pueblo trabajando por un objetivo.
Paralelamente a este trabajo, los cabecillas de esta odisea se habían contactado con Marina Pinto escultora que llevaría a efecto el modelado de esta escultura en homenaje a Santiago Bueras, a la cual le hicieron la correspondiente cotización y se encomendó el trabajo, este estaría terminado en tal fecha (datos específicos de la fecha y de la escultora no tengo solo lo encontrado en  internet), y ya estaba todo en marcha.....
Cuando ya habían reunido la suma solicitada por la escultora, ocurre lo mas inédito que jamás se podrían imaginar.....

De un ausente a otro ausente.....

Entre Ausentes.....
Como les iba relatando, ya se habían hecho todos los esfuerzos para conseguir la suma que correspondía a la mano de obra de la escultura de Santiago Bueras, y era hora de viajar a Santiago a buscar a nuestro personaje, pero aquí ocurre lo más extraño e inverosímil de la historia.
Fue así como nuestros representantes directivos se encaminaron rumbo a Santiago para ir en busca de esta obra, la fecha era la acordada con la escultora así que se fueron, estamos hablando de los sesenta y la locomoción no era la mejor así que tardaron su tiempo en llegar, entre ubicarse en la capital y dar con el taller de la escultora fueron dos días más menos, hasta que por fin llegan al lugar y se encuentran con la maestra, y adivinen que... la escultura aun estaba en proceso de culminación por lo que la escultora da un nuevo plazo de entrega estipulado en dos días........
Pero que hacer, volver con los brazos vacíos o esperar dos días y volver con la esperada escultura....la respuesta era obvia....se quedaron sin mucha duda.....
Bueno aquí viene lo bueno ya que tanto ajetreo y viaje de aquí para allá y de allá para acá, que fueron a almorzar al primer lugar que encontraron, un tugurio de poca monta pero barato, nuestros representantes estaban haciendo uso de la cordura para no gastar mucho dinero, pero fue la pilsen que pidieron de bajativo que desato dos días de juerga y jolgorio que de donde pudieron sacaron recursos para seguir tomando, además no olviden que iban con todo el dinero reunido por el pueblo........pero como estas cosas solo pueden ocurrir en chile, los cuatro representantes de nuestro pueblo se habían bebido y disfrutado casi todo el dinero del pueblo.......
Luego de pasada la resaca y de darse cuenta en que lío se habían metido, van donde la escultora quien ya tenía la obra y solo esperaba que fueran a retirarla, con caras largas y avergonzados le cuentan lo ocurrido, ella indignada asume su parte del error por no haber tenido lista la escultura, pero de alguna manera debían arreglar el entuerto, además estos señores debían llegar con algo en sus manos, por suerte no se habían gastado el dinero así que recurrieron a su astucia y le dijeron a la escultora que otra posibilidad más barata, mucho más barata tenían como para llegar con algo a Guangualí..........
Marina Pinto, duda un poco pero tampoco iba a perder la oportunidad de ganar algo, entre bustos, cabezas de personajes y héroes aparece entre lo más recóndito del taller un busto en granito de un personaje que no parecía conocido(no olvidemos que nadie conocía a Santiago Bueras, así que este busto era ideal),
Pero quien se preguntaran será este personaje, Rubén Darío.....si es Rubén Darío...
Lo que ocurre después con la inauguración y destape de la imagen y busto de Rubén Darío casi pasa desapercibida, los motivos no importaron, solo importo que en el centro de la plaza de Guangualí hubiera un personaje, y ese fue y será el orgullo del pueblo.

Bueno ustedes pensaran, pero que buena historia....que buen cuento.......pero es real....y si no me creen vayan al centro de la plaza de Guangualí y saluden a Rubén Darío de mi parte......

“Las historias locales no necesariamente tienen que ver con hechos solemnes ni heroicos próceres, muchas veces las verdaderas historias se construyen con la idiosincrasia del chileno, de nuestra tierra, de nuestra gente....y es así donde nacen los hechos que comienzan a dar identidad a un lejano poblado perdido en su ruralidad pero que tiene historia...la tiene”.

Ahora ustedes se preguntaran quien es Rubén Darío......pues averigüen.....siempre hay sorpresas ....